25-03-1995 Fundación en Tanzania
En la Comunidad de Madrid junto con la introducción a la solemnidad de la Anunciación de La Virgen María, hemos recordado que, tal día como
hoy, hace 30 años, las Hermanas Pasionistas de San Pablo de la Cruz abrieron su primera casa en Tanzania.
El lugar elegido fue el barrio Njiro, en las afueras de Arusha, un lugar donde vivía la gente pobre en cabañas tradicionales, en medio de campos de maíz.
Las hermanas fundadoras fueron Sr Carla Mazetti, italiana, Sr Albertine Kokolomani, congoleña y Sr Anie filipina. Dos años después se incorporaba a la fundación la Hermana Isabel Segarra, española.
En aquel momento era Superiora general la hermana María José Murua y la fundación procedía de Congo. Acompañaban a las tres primeras fundadoras la Viceprovincial del Congo Sr Alberta Vagnetti, Sr Edith Bortolini, primera Consejera general y Sr Benita Guerequiz, Ecónoma general.
Como todas las fundaciones los inicios no fueron fáciles pero después de 30 años podemos decir que aquella pequeña comunidad ha dado sus
frutos. En la actualidad la fundación se ha convertido en la Delegación “Nuestra Señora de África” formada por dos países: Tanzania y Kenya, con
un total de 9 comunidades en Tanzania y 3 en Kenya. Una Delegación en crecimiento donde no faltan vocaciones pero que aún camina con paso
inseguro.
Tienen muchos retos por delante a los que están plantando cara y están dispuestas a dar lo mejor de ellas mismas para sembrar en aquella tierra el
espíritu de María Magdalena Frescobaldi y el Carisma Pasionista.
Hoy es día de agradecimiento por tanto bien recibido, por tanta bendición. Y pedimos a Dios por intercesión de María la fuerza y la fidelidad que
necesitan para cumplir en cada momento su voluntad viviendo siempre, al estilo de María, en “ESTADO DE SI PERMANENTE”.
Trasladémonos a Florencia al 17 de marzo de 1815, viernes de Pasión, a la calle San Galo, allí están 4 jóvenes que atraídas por el Crucificado esperan, junto a Mª Magdalena Frescobaldi, el acontecimiento deseado, entregarse a Cristo y formar comunidad. Sus nombres son Assunta Vitali, María Baroni, Luisa Tolini y Margarita Baccherini, las cuales desean cambiar de vida revistiéndose de Cristo, que las ha regenerado con su sangre. Desde ese día se llamarán Sor Gertrude, Sor Cleofe, Sor Verónica y Sor Crucificada.
Pinceladas históricas
Mª Magdalena Frescobaldi pocos meses antes escribía al Papa Pio VII:
“Beatísimo Padre…desde hace dos años ayudo en un Retiro a mujeres de ambiente de prostitución, que dan esperanza de sincera conversión y cambio de vida”.
Ahora, algunas de estas mujeres han solicitado un hábito-uniforme y el poder vivir en comunidad. Yo desearía complacerlas poniéndolas bajo la protección de la Pasión de Ntro. Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen Dolorosa…”
María Magdalena, mujer carismática, con una profunda vida interior, y probada por el sufrimiento: había perdido tres hijas de corta edad, fue tocada profundamente por el carisma pasionista: «vivir y anunciar a un Dios Crucificado por nuestro amor». Este carisma la impulsó a entregarse a la recuperación de la mujer explotada y utilizada y a educar a la infancia desprotegida que deambulan por las calle de su ciudad y alrededores.
Agradecemos a Pablo de la Cruz, porque acogió el don del Espíritu y fundó la Familia Pasionista y a María Magdalena que de forma nueva y original, lo acogió para dar vida a nuestra Congregación que actualmente desarrolla su misión en los cinco continentes.
Comentario a la opción vocacional de las cuatro primeras hermanas pasionistas.
Del profeta Isaías: He aquí que hago algo nuevo: ya está brotando, ¿no lo notáis? En el desierto abriré un camino.
Ha florecido una semilla. Mujeres que atraídas por el Señor Crucificado han creado las bases de una historia que nosotras vamos a recordar y celebrar hoy y de la cual somos parte viva. Es Dios quien hace fecunda la esterilidad y anuncia una vez más que sus caminos no son nuestros caminos.
4 mujeres que se han dejado transformar en templos del Dios vivo pasando:
Mujeres jóvenes que recorrieron un camino abierto en el desierto, por eso, Magdalena dice a ellas y nos repite hoy a nosotras:
“Hijas mías, es grande la gracia del Señor que os ha llamado y conducido a su casa…”
Diez mitos sobre la vida de las consagradas: rompiendo prejuicios
Con motivo de este mes dedicado a la mujer, quisiera compartir con vosotras algunas de las realidades vividas por las consagradas. Después de 22 años de vida religiosa, me parece importante sacar a la luz las percepciones erróneas que a veces circulan sobre nosotras/os, y que merecen ser comprendidas y corregidas. Estos malentendidos pueden causar dolor e incomprensión, y es esencial aclararlos para que puedas rezar por nosotros y apoyarnos en nuestra vocación.
A veces se da a entender que la vida religiosa es un refugio después del sufrimiento personal, como una ruptura o un abandono. Sin embargo, nuestro compromiso no es el resultado de una evasión, sino de un encuentro profundo con Dios. Elegimos esta vida por amor, no por despecho.
Algunas personas piensan que estamos huyendo de los desafíos del mundo exterior. En realidad, nuestra elección está motivada por un llamado espiritual. No huimos, elegimos vivir más cerca de Dios, en la oración, el silencio y en el servicio a los demás.
A veces nuestra vocación es ignorada, o incluso cuestionada, por comportamientos inapropiados. Este tipo de actitud niega la elección consciente que hemos hecho de vivir según los principios espirituales y de encarnar la castidad. Nuestros compromisos son tan serios y respetables como los del matrimonio u otras formas de compromiso.
La vida religiosa no es una etapa de transición, sino un compromiso permanente. Hemos hecho una elección libre y consciente por la vida. No es una prueba, es un llamado al que respondemos fielmente.
La vida consagrada no significa aislamiento total. Vivimos el celibato, por supuesto, pero eso no nos impide vivir amistades profundas, participar en actividades humanas como el baile y compartir momentos de convivencia. La castidad no es una privación, es una liberación.
Aunque no somos madres biológicas, vivimos nuestra maternidad espiritual al máximo. Llevamos cada sufrimiento humano en nuestros corazones y nos comprometemos a apoyar a los necesitados, a través de la oración y la acción.
A veces se nos percibe como figuras inaccesibles, casi perfectas. Sin embargo, somos mujeres como cualquier otra, con nuestros desafíos y debilidades. Nuestra vocación no nos hace superiores, nos llama a vivir con humildad y servicio.
En un entorno espiritual, algunas conversaciones pueden ser inapropiadas. Favorecemos los intercambios que alimentan nuestra vida espiritual y respetan nuestra elección de vida. Es importante tener en cuenta nuestra vocación y no abordar temas que vayan en contra de nuestros valores.
El hecho de que vivamos de la solidaridad y las donaciones de la comunidad no disminuye nuestra dignidad de ninguna manera. Contribuimos activamente a la misión de nuestra comunidad a través de la oración, la educación, el servicio y el trabajo, y esto merece respeto.
Algunas personas subestiman nuestras capacidades intelectuales, pero muchos de nosotros hemos recibido una amplia formación académica. La vida consagrada no nos impide reflexionar, enseñar o contribuir a la sociedad. Al contrario, nos llama a poner nuestros talentos al servicio de la Iglesia y de los demás.
Una mujer consagrada es, ante todo:
Así que, cuando te encuentres con una persona consagrada, recuerda que ella merece respeto como ser humano. No vive solo para Dios, vive para la humanidad, compartiendo sus dones, su sabiduría y su amor. Es una mujer entre muchas, pero con una misión única y preciosa. Honra su elección, respeta su vocación y sé testigo de la belleza de su vida consagrada.
Gracias Bibiane Abetu por estas reflexiones
La Ong Behar Bidasoa volverá a participar este año en el programa Juventud Vasca Cooperante del Gobierno Vasco. La organización de la comarca ofrecerá a los cien jóvenes de entre 22 y 30 años que resulten seleccionados la posibilidad de desarrollar su beca en el Polo de Desarrollo de Pereira, en Colombia, durante tres meses. Allí trabajarán sobre un proyecto enfocado en la educación y la salud, en una ciudad con una fuerte presencia de personas desplazadas por la presión de los guerrilleros y los paramilitares.
El Gobierno Vasco busca con estas becas «sensibilizar a la gente joven del País Vasco en acciones de cooperación en países del sur» y fomentar entre los mismos «una cultura de solidaridad entre los pueblos y las culturas», realizando un voluntariado que a pesar de ser cada vez más escaso –prueba de ello son las múltiples agrupaciones populares que no encuentran relevo en las nuevas generaciones –, año a año es más necesario.
Esta oportunidad de vivir una experiencia transformadora se está encontrando con un volumen de inscripciones cada vez menor, y a falta de poco más de una semana para cerrar las primeras listas –el plazo termina el día 17–, una de las tres jóvenes vascas que colaboró el pasado verano en el programa de Behar Bidasoa anima a los jóvenes a «abrir un paréntesis enriquecedor en sus rutinas. Para tu alrededor será un verano cualquiera, pero para ti será un punto y aparte en tu vida que guardarás para siempre».
Ane Salbarredi, natural de Berastegi, tuvo claro desde niña que quería aportar su granito de arena como voluntaria en una región desfavorecida. Es educadora en una escuela con niños con necesidades especiales, además de auxiliar de enfermería con titulación en Integración Social. Después de intentarlo durante dos ocasiones, a la tercera fue preseleccionada para acudir al Albergue de Barria. En el recinto alavés tuvo diferentes pruebas y formaciones como «charlas, actividades o juegos de cooperación» para que los responsables conozcan a los voluntarios y decidir el destino al que acudirían. Salbarredi pudo viajar a Asia o África, pero su formación y currículum le llevaron a Pereira, Colombia. Junto a ella estuvieron la gasteiztarra Marina Alva y la getxotarra Aintzane Plaza, quienes a pesar de ser unas desconocidas terminaron siendo «dos grandes amigas» para ella.
Los «miedos y dudas» la abordaron antes de partir al Polo de Desarrollo, pero una vez junto a sus compañeras y las monjas pasionistas, con las que Behar Bidasoa lleva más de 20 años colaborando, estuvo contenta de la decisión tomada desde el primer día. «Las trabajadoras y la gente de Pereira eran abiertas. Lo poco que tenían querían compartirlo conmigo, ayudarme. Me recibieron muy bien y nunca tuve ninguna mala experiencia», cuenta.
Su voluntariado se definió en ayudar a niñas de 0 a 10 años en el orfanato Nuestro Hogar, en el centro de la localidad. «Mi día a día era levantarlas, darles de comer, bañarlas, llevarlas al colegio, traerlas de vuelta… Pasaba día y noche con las niñas», relata la cooperante. La mayor parte de los tres meses estuvo sola, con Aintzane y Marina en el
barrio de Las Brisas, una zona «delicada» y marginal de chabolas, donde la institución pasionista cuenta con un comedor social y una ludoteca e imparten diversos talleres a los locales. Los domingos se unían en el orfanato, y aprovechaban para «dar clases de inglés a las niñas, hacer ejercicios de gimnasia o enseñar a las más pequeñas a andar».
«Repetiría muchas más veces»
El voluntariado en Colombia durante esas doce semanas cumplió tanto sus expectativas que Ane Salbarredi repetiría sin duda: «Me gustó mucho la experiencia, repetiría muchas más veces. Les he comentado a mis amigas y a gente de mi alrededor que vale mucho la pena. Es una experiencia única que puedes vivir en tu vida. En estos tres meses me he metido en una burbuja en la que he actuado como ‘amatxo’ para muchas niñas que por desgracia viven un día a día muy duro. No me costaba pasar tiempo en el orfanato, y para ellas tener un nuevo referente ha sido muy enriquecedor. De vuelta he recibido mucho amor e ilusión», explica la cooperante.
Por otro lado, siente que este programa le ha aportado herramientas para poder desenvolverse fuera del ámbito conocido, y también «otra perspectiva para enfrentarte a los problemas». «Estaba sola. He tenido mis altibajos y mi morriña, y al estar a kilómetros de mis allegados he podido gestionarlo conociéndome mejor», asegura Salbarredi.
Para los que se estén planteando ofrecerse como voluntarios por tres meses, la educadora tiene un mensaje: «Supone un cambio de chip una vez regresas. Es un reto que te permite en un verano conocerte mejor y potenciar las herramientas y cualidades que tienes en un entorno nuevo. Para mí, debería de ser obligatorio pasar tres meses fuera de nuestra zona de confort».
El 30 de Enero de 2025, un grupo de 45 personas de diferentes orígenes y culturas, vecinas del barrio de san Francisco de Bilbao, nos reunimos para compartir una celebración interreligiosa. Esta ocasión estuvo centrada en la reflexión y la oración en torno a la paz: la paz que necesitamos para nuestro barrio, nuestra sociedad, nuestro mundo.
Reflexionamos sobre la paz de la convivencia, el diálogo, la acogida, la justicia, la dignidad, la empatía y el cuidado. Juntas, como una sola comunidad, en euskera, árabe y castellano, invocamos al Dios de la Vida y de la Paz, con el deseo de construir un mudo más unido y armonioso. esperanza y paz, en este Año de gracia.
28-12-2024 Las comunidades de Etxebarri y de Bilbao, hemos vivido un hermoso momento de encuentro, iniciando con una oración de acción de gracias, fortaleciendo nuestros lazos de hermanas.
En torno a la mesa hemos compartido una deliciosa merienda- cena en un ambiente de fiesta, recordando anécdotas, alegrías y experiencias vividas en un ambiente gozoso de fraternidad.
Posteriormente hemos tenido unas dinámicas de juego en el que no ha faltado la alegría y el espíritu navideño.
Quiero aprovechar estas fechas para felicitar a todas las hermanas y comunidades. Que estas Navidades estén llenas de Amor, Paz y Unión. Sigamos caminando juntas con esperanza y fortaleza.
“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”
Celebrar la fidelidad de Dios y nuestra respuesta a su amor es siempre motivo de alegría y, además, estos acontecimientos nos reúnen a las comunidades del entorno. Con este motivo nos hemos reunido en Irún las tres comunidades de Irún y Lasarte, este 28 de Noviembre de 2024, para celebrar los 60 años de fidelidad del Señor y de respuesta por parte de nuestra Hna. Mª Concepción Bengoechea. Comenzamos la tarde con la Eucarístia presidida por Koldo Larrañaga cp. y continuamos con un ágape fraterno en el que no faltaron la alegría y los cantos antiguos y actuales.
Días antes, también en la comunidad de Madrid, se festejaban los 60 años de profesión de la Hna. Begoña Mallea, compañera de profesión religiosa de Concepción. La Eucaristía fue presidida por el padre Miguel Angel Pardillo cp. y seguida del ágape.
Celebrar estos acontecimientos es seguir diciendo “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” y dar gracias por el don de la vocación vivida en la Congregación de las Hermanas Pasionistas.
Estas hermanas fueron las primeras que comenzaron su formación Inicial en España y posteriormente fueron a Italia donde, con otras Hermanas italianas y brasileñas, realizaron las etapas formativas.
Con sencillez, perseverancia y confianza fueron descubriendo y viviendo la fuerza del amor encerrada en la Pasión de Jesús que es capaz de transformar cualquier situación de la vida y llevarla a su plenitud.
Es un tiempo para dar gracias a Dios por las innumerables bendiciones recibidas a lo largo de estas décadas, marcadas por el amor, la entrega y el servicio fiel a su llamada
¡ Gracias Conce y Bego por ser parte de nuestra historia!
Las hermanas Pasionistas, Cáritas y la Diócesis de Bilbao renueva su compromiso de colaboración para el servicio a las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión.
Las hermanas continuarán su dedicación y compromiso en proyectos de Cáritas y a la labor en la Unidad pastoral de casco Viejo y en la Pastoral de Migraciones.
Los firmantes han sido D. Fernando Marcos Ayjón, Vicario Episcopal de las Vicarias III y VII de la Diócesis de Bilbao, Dña. Elena Unzueta Torre, Directora de Caritas Bizkaia y Hna. M a Carmen Ugarte Lopetegui, Superiora Provincial de las Hnas. Pasionistas de San Pablo de la Cruz
Del 25 al 27 de octubre de 2024 hemos participado en el encuentro organizado por los Religiosos Pasionistas en el Santuario de Angosto, Álava sobre la espiritualidad de san Pablo de la Cruz, fundador de los Pasionistas y su relevancia hoy tanto para los religiosos/as y los laicos/as.
San Pablo de la Cruz es conocido por su intensa devoción a la Pasión de Cristo, una espiritualidad basada en el amor, y la compasión. Él veía la Pasión de Jesús como el “camino de vida” y la fuente de sanación y redención, un mensaje que es relevante hoy para nuestra vida de fe.
La ponente ha sido la hermana María Dalessandro, pasionista, especialista en San Pablo de la Cruz, y el tema del encuentro “Una espiritualidad del cuidado para vivir y crecer juntos”.
En las conferencias ha abordado diversos aspectos relacionados con la espiritualidad pasionista:
Después de cada conferencia y para el trabajo personal y de grupo, la hermana María nos ha ofrecido unas preguntas que nos han ayudado a reflexionar sobre nuestra propia vida espiritual y a ver en la pasión de Cristo la inspiración para afrontar las dificultades cotidianas y vivir con esperanza el día a día. También nos ha impulsado a llevar la espiritualidad pasionista más allá de este encuentro a la vida personal y a las familias y comunidades; así como al encuentro con los que sufren, poniendo en práctica la compasión y el amor.
Al final han surgido también propuestas para el próximo encuentro del año que viene.
El encuentro se ha desarrollado en un ambiente de mucha alegría y fraternidad entre todos/as los que estábamos. Hemos participado una buena representación de laicos y laicas provenientes de varias provincias de España: Bilbao, Guipúzcoa, Madrid, Santander y Vigo, junto a las hermanas y religiosos pasionistas de Irun, Bilbao y Madrid.
Los participantes hemos agradecido a María porque ha presentado el mensaje de S. Pablo de la Cruz actualizado a nuestras necesidades de hoy; también por su cercanía y buen hacer y a la comunidad pasionista por organizar este evento.
El 29 de Septiembre, se celebró la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema «Dios camina con su pueblo»
Con este motivo, nuestra diócesis de Bilbao acogió por primera vez en la Eucaristía conjunta del encuentro de Comunidades Católicas Interculturales, la Comunidad China, la Comunidad Africana, la Comunidad Latinoamericana y este curso, la Comunidad Filipina.
400 personas han participado en la misa intercultural del inicio del curso con motivo de la Jornada Mundial de Migrante y Refugiado promovida por el Papa Francisco, este curso 2024, con el lema Caminando Juntos
Las Hnas Pasionistas y Marije Calvo, cp., como responsable en la diocesis de la pastoral de Migraciones ha organizado esta JMMR24, precedida en los días anteriores de diferentes actividades:
El circulo del silencio, que se celebra el último miércoles de cada mes, como gesto de sensibilización y denuncia de la realidad de muerte que estamos viviendo en el mediterráneo y en la frontera de Irún.
La Ponencia sobre las Migraciones que lleva por título: “ El pasado, presente y futuro de las Migraciones”, en la que interviene Jon Aranguren, de la asociación Irungo Harrera Sarea y Igor Palomero, hijo de refugiados y exiliados de la guerra civil española.
La celebración ha sido muy significativo, con la participación de tantas comunidades diferentes. El lema «Caminando Juntos», promovido por el Papa Francisco, resalta la importancia de la unidad y la solidaridad, especialmente en un contexto como el de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.