“Eleizea Plazara”: Una fiesta de fe, historia y comunidad para celebrar los 75 años de la Diócesis de Bilbao

Este sábado, 17 de mayo de 2025, el eslogan “Eleizea Plazara” nos ha convocado a más de 3.000 personas en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo para celebrar una efeméride muy especial: los 75 años de la Diócesis de Bilbao.

La frase, breve pero profundamente significativa, ha sido el alma de un encuentro festivo que ha querido poner en valor nuestra rica historia diocesana, así como la labor de todas aquellas personas que, con distintos carismas, esfuerzos y compromiso, han dado forma al pasado y presente de nuestra comunidad eclesial.

Una jornada festiva, participativa y llena de vida

La celebración, que se ha desarrollado entre las 10:00 y las 17:00 horas, ha estado marcada por un ambiente familiar, acogedor y participativo, en el que se han entrelazado la espiritualidad, la cultura y la música.

Bajo el lema “Eleizea Plazara” (La Iglesia a la plaza), se ha ofrecido una amplia variedad de actividades para todas las edades, entre las que destacan:

  • 90 stands que han mostrado los proyectos sociales, educativos y pastorales de la diócesis.
  • 45 charlas y dinámicas participativas sobre fe, cultura y sociedad.
  • 8 actuaciones musicales en el escenario principal, representando diversas realidades eclesiales.
  • Un espacio infantil con juegos y actividades para los más pequeños.
  • Una capilla permanente y servicio de confesiones, para quienes deseaban un momento de oración y recogimiento.

En el stand de Confer Bilbao, que presentaba la vida religiosa en Bizkaina, nuestra hermana Bibiane Ngoyi Abetu dio a conocer a las Hermanas Pasionistas por medio de videos, folletos y libros sobre la vida de la venerable Magdalena Frescobaldi.

Por otro lado,  en el stand de Pastoral de Migraciones, la hermana Pasionista Marije Calvo dio visibilidad a esta realidad, participando activamente junto  al equipo intercultural.

Una Eucaristía para la historia

El acto central de la jornada ha sido la celebración de la Eucaristía, la más multitudinaria que se recuerda en Bizkaia, presidida por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, y concelebrada por numerosos presbíteros.

La imagen de la Virgen de Begoña, llevada en andas por diferentes participantes, ha acompañado la procesión de entrada, aportando un tono de profunda devoción mariana. Jóvenes de distintos grupos diocesanos han colaborado activamente durante la celebración, haciendo de la liturgia un momento realmente comunitario.

Durante el gesto de la paz, los asistentes han compartido un kit con un compromiso simbólico de cultivar la paz en su entorno cotidiano, como signo de envío y responsabilidad cristiana.

La colecta realizada durante la misa se destinará íntegramente a apoyar a las comunidades cristianas de Tierra Santa, en un gesto de solidaridad concreta.

Una llamada a la esperanza

En su homilía, el obispo Joseba Segura ha afirmado que esta celebración ha sido “una fiesta de la fe”, e hizo un fuerte llamado a la esperanza y al compromiso: Nuestra Iglesia tiene futuro.

“Es el momento de decir que vale la pena traer nueva vida a este mundo; que no vamos a dejar que cualquier moda o ideología eduque a nuestros hijos e hijas; que la causa de los pobres no está perdida; que hay esperanza para este planeta”.

Finalmente, tras el canto a la Amatxu de Begoña, nos hemos sentido enviados a dar testimonio del Resucitado, corazón de nuestra fe, y de la urgencia de la evangelización en nuestra sociedad.

Hoy, 14 de Mayo de 2025, la Provincia Inmaculada de España y Portugal está de fiesta. Hacemos memoria de nuestras raíces celebrando el 66 aniversario de la llegada de nuestras Hermanas italianas a Euba, Vizcaya.

Recordamos con gratitud los inicios de la fundación, el coraje de aquellas seis primeras Hermanas: Vincenzina, Gerónima, Leonia, Generosa, Josefa y Mª Serena, que dejando su tierra vinieron desde Italia  para poner la semilla de la Congregación Pasionista femenina en nuestra tierra.

Agradecemos su generosidad, la alegría que contagiaban, su fortaleza para afrontar los primeros tiempos de fundación que son siempre difíciles, su fe y confianza en la providencia de Dios para dar vida a esta obra. Cada paso, cada esfuerzo, fue sostenido por la presencia del Señor.

Con gran alegría, hacemos memoria Señor de Tu bondad que ha acompañado a nuestra Provincia en cada momento. Has sido nuestra fuerza en los tiempos de dificultad, nuestra luz en las decisiones, y nuestra esperanza en cada desafío. Gracias, Señor, por cada hermana que ha formado parte de esta misión y por  cada alma que ha recibido Tu amor a través de nuestra labor.

Te pedimos, Señor, que sigas guiando nuestros pasos y que nos hagas cada vez más fieles a la misión que nos has encomendado. Que el espíritu de servicio y amor siga siendo el fundamento de nuestra Congregación.

Que este aniversario sea no solo un recuerdo, sino también un renovado compromiso con Tu voluntad”.

¡Feliz Aniversario!

El 26 de abril de 2025, nos reunimos en el entorno del Santuario de Angosto, en Álava,  cerca de un centenar de personas: religiosos, religiosas, laicos y laicas, todos miembros de la Familia Pasionista, procedentes de diversos puntos de España, para celebrar el ENCUENTRO JUBILAR DE LA ESPERANZA,. Entre las Hermanas Pasionistas,  participamos cuatro: tres del grupo de Irún y una del de Bilbao.

Elegido este año como Templo Jubilar por la Diócesis de Vitoria, el Santuario de Angosto se convierte así en un espacio sagrado para acoger y acompañar a los Peregrinos de la Esperanza. Desde 1885, la Congregación Pasionista, custodio del santuario,  asume  con renovado compromiso la misión de imprimir el carisma pasionista en este lugar, haciendo del Templo Jubilar un lugar de encuentro con la fe.

Comenzamos el Encuentro con la reflexión y el rezo del Vía Crucis de la Esperanza, recorriendo  las estaciones dispuestas en el entorno natural del santuario y culminando en la gruta. A continuación,  tuvo lugar el acto solemne de apertura de la Puerta Santa, a través de la cual pasamos con las oraciones propias de esta significativa celebración.

A lo largo del día, vivimos momentos de oración, reconciliación personal, encuentro fraterno en la mesa eucarística y una excelente comida preparada por la casa, que facilitó un clima de fraternidad y alegría compartida.

A las 18:00 horas nos despedimos, llenos de gratitud por el tiempo vivido y con el corazón renovado en la esperanza.

Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que hicieron posible este Encuentro. Cada detalle, tanto humano como espiritual, enriqueció profundamente la experiencia.

¡La Pasión de Cristo, esté siempre grabada en nuestros corazones!

Fue una jornada plena en la que convivimos, oramos, celebramos y renovamos nuestro compromiso de llevar el mensaje de esperanza a nuestros lugares de origen.

 

25-03-1995 Fundación en Tanzania

En la Comunidad de Madrid junto con la introducción a la solemnidad de la Anunciación de La Virgen María, hemos recordado que, tal día como
hoy, hace 30 años, las Hermanas Pasionistas de San Pablo de la Cruz abrieron su primera casa en Tanzania.

El lugar elegido fue el barrio Njiro, en las afueras de Arusha, un lugar donde vivía la gente pobre en cabañas tradicionales, en medio de campos de maíz.

Las hermanas fundadoras fueron Sr Carla Mazetti, italiana, Sr Albertine  Kokolomani, congoleña y Sr Anie filipina. Dos años después se incorporaba a la fundación la Hermana Isabel Segarra, española.

En aquel momento era Superiora general la hermana María José Murua y la fundación procedía de Congo. Acompañaban a las tres primeras fundadoras la Viceprovincial del Congo Sr Alberta Vagnetti, Sr Edith Bortolini, primera Consejera general y Sr Benita Guerequiz, Ecónoma general.

Como todas las fundaciones tienen su historia gozosa y dolorosa,  los inicios no fueron fáciles pero después de 30 años podemos decir que aquella pequeña comunidad ha dado sus
frutos. En la actualidad la fundación se ha convertido en la Delegación “Nuestra Señora de África” formada por dos países: Tanzania y Kenya, con
un total de 9 comunidades en Tanzania y 3 en Kenya. Una Delegación en crecimiento donde no faltan vocaciones pero que aún camina con paso
inseguro.

Tienen muchos retos por delante a los que están plantando cara y están dispuestas a dar lo mejor de ellas mismas para sembrar en aquella tierra el
espíritu de María Magdalena Frescobaldi y el Carisma Pasionista.

Hoy es día de agradecimiento por tanto bien recibido, por tanta bendición. Y pedimos a Dios por intercesión de María la fuerza y la fidelidad que
necesitan para cumplir en cada momento su voluntad viviendo siempre, al estilo de María, en “ESTADO DE SI PERMANENTE”.

Zorionak

Ese 17 de marzo de 1815 en Florencia, viernes de Pasión,  la calle San Galo, marca un momento fundamental en la historia espiritual y comunitaria de esas cuatro jóvenes, Sus nombres son Assunta Vitali, María Baroni, Luisa Tolini y Margarita Baccherini quienes, guiadas por su fe y su deseo de vivir plenamente en Cristo, tomaron la valiente decisión de entregarse a una nueva vida. La figura de María Magdalena Frescobaldi, como líder y guía,  fue un apoyo crucial en este camino de transformación  de entregarse a Cristo y formar comunidad, Desde ese día se llamarán Sor Gertrude, Sor Cleofe, Sor Verónica y Sor Crucificada.

Pinceladas históricas

Pocos meses antes de la fundación de la Congregación, María Magdalena Frescobaldi escribió al Papa Pío VII:

“Beatísimo Padre…desde hace dos años ayudo en un Retiro a mujeres de ambiente de prostitución, que dan esperanza de sincera conversión y cambio de vida”.

Ahora, algunas de estas mujeres han solicitado un hábito-uniforme y el poder vivir en comunidad. Yo desearía complacerlas poniéndolas bajo la protección de la Pasión de Ntro. Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen Dolorosa…”

La carta de María Magdalena Frescobaldi al Papa Pío VII revela un profundo compromiso con la misión de ayudar a las mujeres en situaciones vulnerables, en especial a aquellas que provienen de un entorno de prostitución. Su deseo de guiarlas hacia el cambio de vida muestra no solo una gran compasión, sino también una visión clara de cómo puede materializarse esa transformación espiritual.

Con el beneplácito del Papa Pio VII, en 1815, hace 210 años,  la Venerable Mª Magdalena Frescobaldi, fundó la Congregación de las Hermanas Pasionistas inspirándose en el carisma de San Pablo de la Cruz. Ambos fundadores son figuras generosas y fuertes en la fe con una espiritualidad centrada en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

María Magdalena, una mujer carismática, con una profunda vida interior, Su vida, marcada por el sufrimiento tras la pérdida de sus tres hijas- Fue tocada profundamente por el carisma pasionista: «vivir y anunciar a un Dios Crucificado por nuestro amor». Este carisma la impulsó a dedicarse a la recuperación de la mujer explotada y utilizada y a educar a la infancia desprotegida que deambulaba por las calle de su ciudad y alrededores.

Agradecemos a Pablo de la Cruz, por haber acogido  el don del Espíritu y fundado la Familia Pasionista, y a María Magdalena, quien, de manera nueva y original, lo acogió para dar vida a nuestra Congregación, que hoy desarrolla su misión en los cinco continentes.

Efectivamente, la fundación de la Congregación de las Hermanas Pasionistas por María Magdalena Frescobaldi en 1815 marcó un momento significativo en la historia de la Iglesia y en el ámbito de la atención social. Inspirada en el carisma de San Pablo de la Cruz, quien fundó la Congregación de los Pasionistas, María Magdalena buscó llevar adelante una misión centrada en la vivencia de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. llevó ese legado a un contexto,  en el servicio a los pobres, la educación y la promoción de la dignidad humana mujeres en situaciones de vulnerabilidad y prostitución.

Comentario a la opción vocacional de las cuatro primeras hermanas pasionistas.

Del profeta Isaías: He aquí que hago algo nuevo: ya está brotando, ¿no lo notáis? En el desierto abriré un camino.

Ha florecido una semilla. Mujeres que atraídas por el Señor Crucificado han creado las bases de una historia que hoy recordamos y celebramos, de la cual somos parte viva.  Es Dios quien hace fecunda la esterilidad y anuncia una vez más que sus caminos no son nuestros caminos.

4 mujeres que se han dejado transformar en templos del Dios vivo pasando:

    • De la calle a la casa,
    • del abandono a la confianza,
    • del desierto a la tierra prometida,
    • de la soledad a la comunión,
    • de la angustia a la felicidad,
    • del sin sentido a la vida…

Mujeres jóvenes que han recorrido un camino abierto en el desierto, y por ello, María Magdalena les dice a ellas y nos repite hoy a nosotras:

“Hijas mías, es grande la gracia del Señor que os ha llamado y conducido a su casa…”

Esta invitación resuena en nuestros corazones, recordándonos la belleza de ser guiadas por la fe y la esperanza en un camino de transformación y comunidad. . ¡Sigamos adelante, unidas en esta misión!

Diez mitos sobre la vida de las consagradas: rompiendo prejuicios

Con motivo de este mes dedicado a la mujer, quisiera compartir con vosotras algunas de las realidades vividas por las consagradas. Después de 22 años de vida religiosa, me parece importante sacar a la luz las percepciones erróneas que a veces circulan sobre nosotras/os, y que merecen ser comprendidas y corregidas. Estos malentendidos pueden causar dolor e incomprensión, y es esencial aclararlos para que puedas rezar por nosotros y apoyarnos en nuestra vocación.

  1. Pensar que estamos en un convento porque alguien nos ha abandonado.

A veces se da a entender que la vida religiosa es un refugio después del sufrimiento personal, como una ruptura o un abandono. Sin embargo, nuestro compromiso no es el resultado de una evasión, sino de un encuentro profundo con Dios. Elegimos esta vida por amor, no por despecho.

  1. Creer que hemos elegido la vida religiosa para huir del mundo.

Algunas personas piensan que estamos huyendo de los desafíos del mundo exterior. En realidad, nuestra elección está motivada por un llamado espiritual. No huimos, elegimos vivir más cerca de Dios, en la oración, el silencio y en el servicio a los demás.

 

  1. Coquetear con nosotros, desafiar nuestro estatus.

A veces nuestra vocación es ignorada, o incluso cuestionada, por comportamientos inapropiados. Este tipo de actitud niega la elección consciente que hemos hecho de vivir según los principios espirituales y de encarnar la castidad. Nuestros compromisos son tan serios y respetables como los del matrimonio u otras formas de compromiso.

 

  1. Creer que la vida en un convento es temporal y que puedes irte cuando quieras.

La vida religiosa no es una etapa de transición, sino un compromiso permanente. Hemos hecho una elección libre y consciente por la vida. No es una prueba, es un llamado al que respondemos fielmente.

 

  1. Pensar que no podemos bailar ni tener amigos.

La vida consagrada no significa aislamiento total. Vivimos el celibato, por supuesto, pero eso no nos impide vivir amistades profundas, participar en actividades humanas como el baile y compartir momentos de convivencia. La castidad no es una privación, es una liberación.

 

  1. Creer que, al no ser madres biológicas, no podemos sufrir por un hijo que está sufriendo.

Aunque no somos madres biológicas, vivimos nuestra maternidad espiritual al máximo. Llevamos cada sufrimiento humano en nuestros corazones y nos comprometemos a apoyar a los necesitados, a través de la oración y la acción.

  1. Trátanos como seres superiores.

A veces se nos percibe como figuras inaccesibles, casi perfectas. Sin embargo, somos mujeres como cualquier otra, con nuestros desafíos y debilidades. Nuestra vocación no nos hace superiores, nos llama a vivir con humildad y servicio.

 

  1. Molestarnos con conversaciones que nos hacen sentir incómodos.

En un entorno espiritual, algunas conversaciones pueden ser inapropiadas. Favorecemos los intercambios que alimentan nuestra vida espiritual y respetan nuestra elección de vida. Es importante tener en cuenta nuestra vocación y no abordar temas que vayan en contra de nuestros valores.

 

  1. Creer que, como vivimos de regalos, no merecemos ser respetados.

El hecho de que vivamos de la solidaridad y las donaciones de la comunidad no disminuye nuestra dignidad de ninguna manera. Contribuimos activamente a la misión de nuestra comunidad a través de la oración, la educación, el servicio y el trabajo, y esto merece respeto.

 

  1. Pensar que no somos inteligentes.

Algunas personas subestiman nuestras capacidades intelectuales, pero muchos de nosotros hemos recibido una amplia formación académica. La vida consagrada no nos impide reflexionar, enseñar o contribuir a la sociedad. Al contrario, nos llama a poner nuestros talentos al servicio de la Iglesia y de los demás.

 

Una mujer consagrada es, ante todo:

  1. Una mujer que se asume plenamente a sí misma. Vive su feminidad y su compromiso espiritual con orgullo, sin vergüenza. No tiene miedo de mostrar su vocación, sino que la asume con alegría y esperanza.
  2. Una madre, con el corazón abierto a todos. Aunque no es madre biológica, su maternidad es espiritual. Ella escucha, apoya y guía a los necesitados.
  3. Una gran trabajadora, gracias a su formación intelectual. La mujer consagrada no vive en la ociosidad. Aprende, enseña, sirve y se perfecciona para ser cada vez más útil a la misión de la Iglesia.
  4. Una persona resiliente, por su elección a contracorriente. Seguir un camino menos transitado requiere coraje. La mujer consagrada lleva su cruz con dignidad, incluso cuando el mundo parece darle la espalda.
  5. Un modelo de fe para los que creen en Dios. Ella es una luz en la noche, un ejemplo vivo de fe y fidelidad a Dios.

 

Así que, cuando te encuentres con una persona consagrada, recuerda que ella merece respeto como ser humano. No vive solo para Dios, vive para la humanidad, compartiendo sus dones, su sabiduría y su amor. Es una mujer entre muchas, pero con una misión única y preciosa. Honra su elección, respeta su vocación y sé testigo de la belleza de su vida consagrada.

Gracias Bibiane  Abetu por estas reflexiones

La Ong Behar Bidasoa volverá a participar este año en el programa Juventud Vasca Cooperante del Gobierno Vasco. La organización de la comarca ofrecerá a los cien jóvenes de entre 22 y 30 años que resulten seleccionados la posibilidad de desarrollar su beca en el Polo de Desarrollo de Pereira, en Colombia, durante tres meses. Allí trabajarán sobre un proyecto enfocado en la educación y la salud, en una ciudad con una fuerte presencia de personas desplazadas por la presión de los guerrilleros y los paramilitares.

El Gobierno Vasco busca con estas becas «sensibilizar a la gente joven del País Vasco en acciones de cooperación en países del sur» y fomentar entre los mismos «una cultura de solidaridad entre los pueblos y las culturas», realizando un voluntariado que a pesar de ser cada vez más escaso –prueba de ello son las múltiples agrupaciones populares que no  encuentran relevo en las nuevas generaciones –, año a año es más necesario.

 

Esta oportunidad de vivir una experiencia transformadora se está encontrando con un volumen de inscripciones cada vez menor, y a falta de poco más de una semana para cerrar las primeras listas –el plazo termina el día 17–, una de las tres jóvenes vascas que colaboró el pasado verano en el programa de Behar Bidasoa anima a los jóvenes a «abrir un paréntesis enriquecedor en sus rutinas. Para tu alrededor será un verano cualquiera, pero para ti será un punto y aparte en tu vida que guardarás para siempre».

 Behar Bidasoa lleva más de 20 años colaborando con las Hermanas Pasionistas en el barrio marginal de Las Brisas

Ane Salbarredi, natural de Berastegi, tuvo claro desde niña que quería aportar su granito de arena como voluntaria en una región desfavorecida. Es educadora en una escuela con niños con necesidades especiales, además de auxiliar de enfermería con titulación en  Integración Social. Después de intentarlo durante dos ocasiones, a la tercera fue preseleccionada para acudir al Albergue de Barria. En el recinto alavés tuvo diferentes pruebas y formaciones como «charlas, actividades o juegos de cooperación» para que los responsables conozcan a los voluntarios y decidir el destino al que acudirían. Salbarredi pudo viajar a Asia o África, pero su formación y currículum le llevaron a Pereira, Colombia. Junto a ella estuvieron la gasteiztarra Marina Alva y la getxotarra Aintzane Plaza, quienes a pesar de ser unas desconocidas terminaron siendo «dos grandes amigas» para ella.

 Los «miedos y dudas» la abordaron antes de partir al Polo de Desarrollo, pero una vez junto a sus compañeras y las monjas pasionistas, con las que Behar Bidasoa lleva más de 20 años colaborando, estuvo contenta de la decisión tomada desde el primer día. «Las trabajadoras y la gente de  Pereira eran abiertas. Lo poco que tenían querían compartirlo conmigo, ayudarme. Me recibieron muy bien y nunca tuve ninguna mala experiencia», cuenta.

Su voluntariado se definió en ayudar a niñas de 0 a 10 años en el orfanato Nuestro Hogar, en el centro de la localidad. «Mi día a día era levantarlas, darles de comer, bañarlas, llevarlas al colegio, traerlas de vuelta… Pasaba día y noche con las niñas», relata la cooperante. La mayor parte de los tres meses estuvo sola, con Aintzane y Marina en el

barrio de Las Brisas, una zona «delicada» y marginal de chabolas, donde la institución pasionista cuenta con un comedor social y una ludoteca e imparten diversos talleres a los locales. Los domingos se unían en el orfanato, y aprovechaban para «dar clases de inglés a las niñas, hacer ejercicios de gimnasia o enseñar a las más pequeñas a andar».

«Repetiría muchas más veces»

El voluntariado en Colombia durante esas doce semanas cumplió tanto sus expectativas que Ane Salbarredi repetiría sin duda: «Me gustó mucho la experiencia, repetiría muchas más veces. Les he comentado a mis amigas y a gente de mi alrededor que vale mucho la pena. Es una experiencia única que puedes vivir en tu vida. En estos tres meses me he metido en una burbuja en la que he actuado como ‘amatxo’ para muchas niñas que por desgracia viven un día a día muy duro. No me costaba pasar tiempo en el orfanato, y para ellas tener un nuevo referente ha sido muy enriquecedor. De vuelta he recibido mucho amor e ilusión», explica la cooperante.

Por otro lado, siente que este programa le ha aportado herramientas para poder desenvolverse fuera del ámbito conocido, y también «otra perspectiva para enfrentarte a los problemas». «Estaba sola. He tenido mis altibajos y mi morriña, y al estar a kilómetros de mis allegados he podido gestionarlo conociéndome mejor», asegura Salbarredi.

Para los que se estén planteando ofrecerse como voluntarios por tres  meses, la educadora tiene un mensaje: «Supone un cambio de chip una vez regresas. Es un reto que te permite en un verano conocerte mejor y potenciar las herramientas y cualidades que tienes en un entorno nuevo. Para mí, debería de ser obligatorio pasar tres meses fuera de nuestra  zona de confort».

El 30 de Enero de 2025, un grupo de 45 personas de diferentes orígenes y culturas, vecinas del barrio de san Francisco de Bilbao, nos reunimos para compartir una celebración interreligiosa. Esta ocasión estuvo centrada en la reflexión y la oración en torno a la paz: la paz que necesitamos para nuestro barrio, nuestra sociedad, nuestro mundo.

Reflexionamos sobre la paz de la convivencia, el diálogo, la acogida, la justicia, la dignidad, la empatía y el cuidado. Juntas, como una sola comunidad, en euskera, árabe y castellano, invocamos al Dios de la Vida y de la Paz, con el deseo de construir un mudo más unido y armonioso. esperanza y paz, en este Año de gracia.

28-12-2024 Las comunidades de Etxebarri y de Bilbao, hemos vivido un hermoso momento de encuentro, iniciando con una oración de acción de gracias, fortaleciendo nuestros lazos de hermanas.

En torno a la mesa hemos compartido una deliciosa merienda- cena en un ambiente de fiesta, recordando anécdotas, alegrías y experiencias vividas en un ambiente gozoso de fraternidad.

Posteriormente hemos tenido unas dinámicas de juego en el que no ha faltado la alegría y el espíritu navideño.

Quiero aprovechar estas fechas para felicitar a todas las hermanas y comunidades. Que estas Navidades estén llenas de Amor, Paz y Unión. Sigamos caminando juntas con esperanza y fortaleza.

Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”

Celebrar la fidelidad de Dios y nuestra respuesta a su amor es siempre motivo de alegría y, además, estos acontecimientos nos reúnen a las comunidades del entorno. Con este motivo nos hemos reunido en Irún las tres comunidades de Irún y Lasarte, este 28 de Noviembre de 2024, para celebrar los 60 años de fidelidad del Señor y de respuesta por parte de nuestra Hna. Mª Concepción Bengoechea. Comenzamos la tarde con  la Eucarístia presidida por Koldo Larrañaga cp. y continuamos con un ágape fraterno en el que no faltaron la alegría y los cantos antiguos y actuales.

Días antes, también en la comunidad de Madrid, se festejaban los 60 años de profesión de la Hna. Begoña Mallea, compañera de profesión religiosa de Concepción. La Eucaristía fue presidida por el padre Miguel Angel Pardillo cp. y seguida del ágape.

Celebrar estos acontecimientos es seguir diciendo “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” y dar gracias por el don de la vocación vivida en la Congregación de las Hermanas Pasionistas.

Estas hermanas fueron las primeras que comenzaron su formación Inicial en España y posteriormente fueron a Italia donde, con otras Hermanas italianas y brasileñas, realizaron las etapas formativas.

Con sencillez, perseverancia y confianza fueron descubriendo y viviendo la fuerza del amor encerrada en  la Pasión de Jesús que es capaz de  transformar cualquier situación de la vida y llevarla a su plenitud.

Es un tiempo para dar gracias a Dios por las innumerables bendiciones recibidas a lo largo de estas décadas, marcadas por el amor, la entrega y el servicio fiel a su llamada

¡ Gracias Conce y Bego por ser parte de nuestra historia!