El 6 de noviembre, nuestro barrio de San Francisco de Bilbao se vistió de esperanza, en este encuentro interreligioso grupos cristianos y musulmanes nos reunimos para un encuentro oracional, en un espacio acogedor, no como comunidades separadas, sino como vecinos con un mismo anhelo: aprender a vivir en una convivencia positiva, tejida con los hilos simples pero fuertes de la ayuda mutua y el amor.
Comenzamos el encuentro en pequeños círculos de diálogo, compartiendo con el corazón en la mano. Nos preguntamos: ¿qué hay en nosotros que a veces enturbia la convivencia? Fue un momento de honestidad y valentía, donde juntos identificamos aquellas actitudes que queremos dejar atrás para poder abrazarnos mejor.
Después, llenamos el espacio con ideas luminosas: Compartimos esos pequeños gestos cotidianos que pueden sanar, unir y construir puentes en el día a día. Cada propuesta fue como encender una pequeña luz que, junto a las demás, terminó iluminando todo el barrio.
En la puesta en común, la sala se llenó de una solemnidad alegre. Las palabras del Corán y de la Biblia resonaron en armonía, mostrándonos que, en lo esencial, nuestras fuentes de fe hablan el mismo lenguaje: el de la paz y la fraternidad.
Cerramos el encuentro con el corazón agradecido, dando gracias por este regalo de convivencia y sellando nuestra hermandad con un compartir sencillo, donde las sonrisas y las conversaciones fluyeron tan naturalmente como la amistad que estábamos cultivando.
Fue, en definitiva, una tarde que nos recordó que lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa.
