RECORDAR, REVIVIR, HACER MEMORIA CON EL CORAZÓN, AGRADECER TANTOS DONES RECIBIDOS,… es lo que hacíamos el 17 de marzo de 2016, todas las comunidades de la Provincia y de la Congregación, en diferentes continentes y diferentes contextos, pero con un solo corazón. Queríamos dar las gracias al Señor por M. Magdalena Frescobaldi que supo hacer una lectura creyente de la realidad de marginación y prostitución de su ciudad de Florencia. Junto a las cuatro primeras hermanas y guiada por el Espíritu, inició un camino nuevo para estar al lado de los más desfavorecidos, inspirándose en la espiritualidad de San Pablo de la Cruz, «en la memoria Passionis».
Renovamos nuestro agradecimiento al Señor por estos dos siglos de historia, por las historias de tantas hermanas que han sido piedras vivas en vivir el carisma de la memoria passionis, y porque hoy nos llama a nosotras para ser «memoria viva» de la pasión para las mujeres marginadas, para los niños y las personas que viven situaciones de vulnerabilidad y para todos los crucificados de la historia.