Eucarístia de despedida de nuestra hermana Begoña

El día 30 de agosto despedimos en Irún, en la Parroquia de los Padres Pasionistas, a nuestra hermana Mª Begoña Mallea, Pasionista. La Eucaristía fue concelebrada por Iñaki Alkizu, Joxe Lizarralde, José Javier Armendáriz, Rubén, Jesús Goigoechea y Koldo Larrañaga.

En esta celebración nos unimos a toda su familia, a las Hermanas Pasionistas y a todas las personas que hoy nos acompañáis.

Antes de comenzar la Eucaristía, la hermana Mª Carmen Ugarte hizo un emotivo recorrido por la trayectoria de Begoña en la Congregación, recordando con gratitud los pasos que marcaron su vida entregada.

Begoña nació en Munitíbar (Bizkaia). Llamada por el Señor a la vida pasionista, ingresó en Euba (Bizkaia) y el 14 de mayo de 1964 profesó sus votos religiosos. Pasó parte de su juventud en Italia y, en septiembre de 2024, celebramos con alegría sus 60 años de vida consagrada.

Hoy recordamos a esta mujer luchadora, que vivió siempre desde el amor y el servicio, entregándose con sencillez allí donde era enviada. Compartió su misión en distintas comunidades de la Provincia: Euba, Iurreta, Madrid, Málaga, Recardães-Artía y nuevamente Madrid. Su servicio se dirigió tanto a niños de familias que buscan reconstruirse como a personas mayores, y durante siete años acompañó a familias en el centro social de Recardães (Portugal). Incluso en sus últimos años, a pesar de la edad y la enfermedad, seguía manteniendo vivo el contacto con quienes en su día fueron niños y que hoy, ya adultos y padres de familia, supieron agradecer su cariño y cercanía visitándola o llamándola para interesarse por ella.

San Juan de la Cruz nos recuerda: “Al atardecer de la vida nos examinarán en el amor”. Sin duda, Begoña llega a este encuentro con el Señor con las manos llenas de rostros, de gestos y de pequeños detalles vividos en lo cotidiano. Así queremos presentarla hoy ante el altar.

Queremos destacar también su amor confiado a María, la Amatxu de Begoña, a quien encomendamos su vida para que la presente a su Hijo. Sabemos que la muerte no es el final, sino el comienzo de la vida en plenitud junto a Dios Padre y Madre.

Al finalizar la celebración, la hermana Isabel Arrizabalaga expresó unas sentidas palabras de agradecimiento.
Antes de concluir, queremos dar gracias, en primer lugar, a Dios, por el don que nos ha regalado en Begoña. Gracias a su familia, por el cariño y la cercanía que siempre le habéis mostrado, especialmente en este último tiempo. Gracias a los PP. Pasionistas, por vuestra presencia y apoyo fraterno. Gracias a las Hermanas Pasionistas que habéis podido venir, y también a aquellas que, desde distintos lugares del mundo, os habéis hecho presentes con vuestra oración y cercanía. Gracias a Pepa y Tere, que con tanto cariño habéis ayudado en la preparación de esta Eucaristía. Y gracias, de corazón, a todas y todos los que hoy habéis querido acompañarnos en esta celebración de fe, esperanza y gratitud.

Que la Amatxu de Begoña la acompañe y nos acompañe también a nosotras, para seguir viviendo con confianza y esperanza .

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