El carisma de las Hermanas Pasionistas está fundamentado en la «Memoria Passionis». Maria Magadalena se sintió fuertemente atraída por este misterio Pascual, haciéndose sensible a los sufrimientos de su tiempo.
María Magdalena encontró en la espiritualidad de San Pablo de la Cruz fundador de los pasionistas, una forma y estilo de vivir la vida, contemplando al Crucificado. Descubrió la motivación que llevó a Cristo a su entrega total: el amor incondicional al Padre y la salvación de la humanidad.
María Magdalena se dejó “tocar” por el dolor de los últimos de su tiempo, especialmente por las mujeres que sufrían violencia y explotación y las niñas que vivian situaciones de vulnerabilidad.
Hoy en día, queriendo hacer vida éste ideal, formamos una familia de hermanas que queremos seguir abriendo caminos de esperanza y de misericordia en la historia de nuestro tiempo, en la realidad actual, viva y permanente de este misterio.